La normalización es una herramienta utilizada a nivel mundial para la facilitación del comercio, y para asegurar la calidad de los productos que se piensan utilizar. En sí, la normalización no logra un aumento de la calidad, sino que asegura que el producto sea fabricado cumpliendo ciertos estándares o requisitos.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) define las normas como:
... acuerdos documentados que contienen especificaciones técnicas y otros criterios precisos para su uso consecuente como reglas, directrices o definiciones, con el objetivo de asegurar que los materiales, productos, procesos y servicios sean apropiados a su fin (ISO, 1996).
Una entidad que desarrolla normas desde 1898 es la American Society for Testing and Materials International (ASTM). Para la ceración de las normas se reúnen productores, usuarios y consumidores a nivel internacional que en consenso voluntario aplicadas a materiales, productos, sistemas y servicios. Estos miembros pertenecen a uno o más comités, con un área temática, como por ejemplo acero, petróleo, dispositivos médicos, gestión de la propiedad, productos para el consumidor, productos eléctricos, pinturas, plásticos, textiles y muchos más. Estos comités desarrollan más de las 11,000 normas ASTM que se pueden encontrar en el Annual Book of ASTM Standards, de 77 volúmenes.
Las normas de ASTM se crean usando un procedimiento que adopta los principios del Convenio de barreras técnicas al comercio de la Organización Mundial del Comercio. El proceso de creación es abierto y transparente, es decir, individuos y gobiernos pueden participar como iguales en una toma de decisiones global. Son unos de los componentes integrales de las estrategias comerciales competitivas de hoy en día y por su alta calidad, son sensibles y pertinentes a las necesidades del mercado global.
En Europa existen tres organismos de normalización que son los que se encargan de desarrollar las normas voluntarias a nivel europeo. Uno de ellos es el Comité Europeo de Normalización, que es el que emite normas para la mayoría de lo productos que vende Promallas. Esta organizacion trabajan de forma similar a la ASTM. En Costa Rica, el ente de normalización es INTECO.
En Costa Rica, por su cercanía con Estados Unidos, la gran mayoría de productos que se utilizan se rigen por normas ASTM, y cuando existe norma INTECO, generalmente está basada o es homologa de la norma ASTM.
En Promallas, con el fin de asegurar la calidad de nuestras obras, utilizamos productos que cumplan con normas ASTM para cerramientos perimetrales, muros de contención y estabilización de taludes y sistemas de postensado deshaderido.
Para los gaviones, en Costa Rica nos apoyamos principalmente en las normas ASTM (A975, A641, A856) y en la norma Europea (EN 10223-3). En base a esas normas se hizo el Manual de especificaciones generales para la construcción de carreteras, caminos y puentes CR-2010 del Ministerio de Obras Públicas y Transportes que es de acatamiento obligatorio para la construcción de Carreteras. Así mismo, el
Código Geotécnico de Taludes y Laderas de Costa Rica hace referencia a CR-2010 para lo que son muros flexibles y muros de suelo reforzado donde dice:
los muros de gaviones, requieren cantos o bloques de roca sana, los cuales pueden no estar disponibles en todos los sitios. Además, utilizan mallas de acero galvanizado que puedan resistir la corrosión en ambientes ácidos.
Para el diseño y construcción de muros de gaviones se deben seguir los lineamientos estipulados en la División 250, Secciones 253 y 257 del CR-2010. Para los muros de suelo reforzado, como lo es el landpro, el codigo geotécnico dice: Para su diseño y construcción se deben seguir los lineamientos estipulados en la División 250, Sección 255, incisco c del CR-2010:
Muros con paredes de gaviones. Se colocará una capa de relleno antes de la colocación de la primera hilera de gaviones. Los gaviones serán construidos de conformidad con la Sección 253. Se colocarán las mallas de refuerzo de manera horizontal sobre las capas de relleno compactado, y de manera perpendicular a las caras de las paredes del muro. Se conectarán los gaviones adyacentes a las mallas de refuerzo con amarres de acero, o por el medio definido por el Contratante, en espaciamiento nominal de 100 mm, alternando amarres simples y dobles. Se tensará y anclará la malla de refuerzo antes de la colocación de relleno adicional.